La práctica conocida como Tittooing, nació a partir de la necesidad de las mujeres que habían sido sometidas a mastectomías por cánceres, para que pudieran recuperar la forma de un pezón. En Reino Unido se ha puesto de moda el tatuaje en los pezones no sólo para su definición o por problemas médicos, sino que para hacer con ellos entretenidas formas, como corazones.
Este nuevo servicio tendría un valor de 1.200 libras, algo así como, 1.400 euros por los dos pezones. El tatuaje dura entre 12 y 18 meses y el procedimiento se realiza con anestesia local.